Es un método en el cual se genera una nueva dirección cada vez que se reciben criptomonedas. Esto se hace para aumentar la privacidad y el anonimato de la persona.
Las direcciones sigilosas son utilizadas cuando se requiere transacciones que oculten las partes intervinientes en el caso de una cadena de bloques pública.
Su funcionamiento es bastante sencillo, y consiste en que la persona que recibe una transacción utilice diferentes direcciones de recepción, aun cuando lo realice con la misma persona en todas las ocasiones.
Como resultado, las direcciones sigilosas ayudan a mejorar la privacidad y el anonimato de la persona que recibe los pagos en criptomonedas, ofuscando sus detalles financieros.
Esta puede parecer una idea magnífica para las personas que utilizan criptomonedas como Bitcoin y busquen mejorar la protección de su información.
Sin embargo, las autoridades y reguladores no piensan lo mismo, ya que para ellos un método como este pueden llevar a la realización de actividades ilegales como el lavado del dinero, la venta de drogas y la financiación de atentados terroristas.
Contenido
¿Cómo funcionan las direcciones sigilosas?
Por ejemplo, supongamos que queremos enviarle a un amigo 5 criptomonedas de una cadena de bloques en particular.
Para eso generamos una nueva transacción que transfiere el control de esas criptomonedas a él. Dentro de la transacción, específicamente en la salida, se anunciará a la red que esas criptomonedas no nos pertenece más y que han sido enviadas a un nuevo dueño.
Una vez que la transacción ha sido validada en un nuevo bloque, entonces nuestro amigo ya tiene el derecho de poder utilizarlas.
En este escenario, cualquiera pueda ver que la transacción se ha realizado y quienes son las partes intervinientes. Al menos desde el punto de vista de las direcciones que han tomado parte.
El problema sucede cuando alguien conoce nuestra dirección o la de nuestro amigo y puede analizar esta información. Puede conocer cuanto dinero tenemos nosotros ahora que hemos enviado esas monedas o cuanto dinero tiene la persona que las recibió, lo cual no es nada deseable desde el punto de vista de la seguridad.
La alternativa es utilizar las direcciones sigilosas y que nuestro amigo genere una nueva por cada envío que le hiciéramos. En este caso, solo hemos hecho una transacción, pero podríamos haber generado 5 de 1 criptomonedas y enviarlas a distintas direcciones.
De esta forma, alguien podría conocer una dirección de nuestro amigo, posiblemente cuando genere un pago con sus nuevos fondos, pero no todo el dinero que ha recibido.
También nos brindaría seguridad a nosotros, ya que sabrían que hemos enviado 1 criptomoneda, pero desconocerían las otras 4. Incluso las criptomonedas enviadas por nosotros podría tener distintas direcciones de origen, puesto que han sido recibidas en direcciones sigilosas también.
La importancia de las Stealth Address
Una cadena de bloques es como un libro contable distribuido que contiene una base de datos con todas las transacciones de esta blockchain. Esta información es compartida entre todas las personas que participan de la red.
Muchas cadenas de bloques operan de tal forma que esa información es visible por cualquier persona, pudiendo conocer los detalles de cada una de los intercambios de criptomonedas que se han hecho.
Sin embargo, estas cadenas de bloques identifican a sus usuarios solamente con las direcciones, que son generadas a partir de la clave pública.
Cuando deseamos enviar una transacción a otra persona es necesario conocer su dirección pública para hacerlo. Es el identificador necesario para poder generarla, si no, no habría destino para los fondos.
Las transacciones y las direcciones son pseudo anónimas, ya que no se sabe a quién pertenecen. Hacerlo de este modo ayuda a proteger la identidad de los participantes de la red, previniendo fraudes y otros tipos de ataques.
Sin embargo, esto no es 100% seguro, ya que podemos descubrir quien esta detrás de una dirección mediante algunos métodos.
El primero de ellos es bastante simple, y consiste en ver quien nos solicita el pago. Aquí podemos considerar que esa persona es la dueña de esa dirección.
Los riesgos de una cadena de bloques pública
Determinar quien esta detrás de una dirección en una cadena de bloques dependerá de ciertas variables, pero en líneas generales no es muy difícil.
Utilizando una técnica que se llama el análisis de cadenas es posible determinar la identidad de la persona con solo analizar la información de sus transacciones y los patrones de compra.
Una dirección pública puede ser seguida hasta la identidad de la persona, por ejemplo a través de una IP pública, sumado a toda las transacciones que han utilizado esa dirección y que son públicas en la blockchain.
Por ejemplo, si queremos realizar una colecta de caridad con criptomonedas, necesitamos provee de una dirección en la cual las personas puedan depositar los fondos.
Como resultado, esto revelará la dirección de destino. Información importante que luego puede ser utilizada para hacer un seguimiento de los fondos, incluyendo en que fueron gastados luego.
Claro que en una colecta de caridad esto no es del todo mal, y es hasta deseable que exista transparencia. Sin embargo, no todos los escenarios son como estés, y no todo el mundo quiere revelar que es lo que ocurre con su dinero.
Incluso se puede dar que este ejemplo alguien pueda comenzar a analizar las direcciones que donaron para intentar descubrir las personas detrás y quitarle el anonimato al asunto. Seguramente no queremos que nuestra caridad se transforme en una puerta de entrada para vulnerar la privacidad de las personas.
La cadena de bloques de Bitcoin, por ejemplo, utiliza una cadena pública que es transparente, algo que puede poner en una situación delicada a las personas que tenga grandes cantidades de fondos. Tanto por un hacker como por un ladrón que quiera cometer su hecho en el mundo físico.
También es un problema para aquellos comercios que aceptan pagos en criptomonedas. Si la dirección pública es siempre la misma, todo el mundo podría conocer quienes son sus clientes, y potencialmente sus identidades y otras compras que realicen.
La historia de las direcciones sigilosas
Bitcoin y Ethereum son dos de las cadenas de bloques más populares de la actualidad, y ambas utilizan un libro contable público.
Que toda la información sea pública hace que muchas personas se cuestionen acerca de la seguridad que rodea a estas redes.
En especial porque ha habido un incremento en el robo de criptomonedas por la identificación de las personas que hay detrás de las transacciones. Algo que puede suceder si finalmente el usuario decide usarse a dinero fíat y por ende entregar todos sus datos a una compañía vulnerable a ciberataques.
Pero ante una demanda creciente de privacidad es que han surgido tecnologías que permiten mejorar este aspecto de las cadenas de bloques sin la necesidad de hacer cambios en los protocolos de las mismas.
Las direcciones sigilosas son una propuesta de Peter Todd en 2014. Un mecanismo por el cual se utilizan una combinación de claves públicas y privadas que son utilizadas una sola vez.
Algunas direcciones de este tipo son creadas utilizando el protocolo de curva elíptica. Sin embargo, no es la única solución que se ha usado durante estos años. Que incluye características que protegen la privacidad, así como criptomonedas desarrolladas exclusivamente para ello (como es el caso de Monero).
Muchos desarrollares hoy tienen la difícil tarea de crear soluciones que permitan ocultar la identidad de la persona y la cantidad de dinero o activos criptos que esta posee en el monedero.
Las direcciones sigilosas protegen la privacidad y el anonimato de la persona que recibe las criptos al obligar a la persona que envía a utilizar una nueva dirección pública de forma aleatoria.
Preocupación de este tipo de direcciones
De acuerdo a un reporte emitido por el Grupo de Trabajo Cibernético Digital del Fiscal General de los Estados Unidos en 2020, los crímenes en internet se ha vuelto más complejos cuando los criminales utilizan las cadenas de bloques.
El reporte dice:
La delincuencia lleva años expandiéndose más allá de las fronteras nacionales, pero el blockchain lleva esta globalización a otro nivel.
También agrega que las criptomonedas permiten procesar las transacciones en cuestiones de minutos, algo que incluso pueden transcender las fronteras.
Y como muchos exchanges operan fuera de los Estados Unidos (que el país donde se publicó el informe) estos no se rigen bajo las leyes y regulaciones requeridas por este.
Otro aspecto clave que destaca el informe es el hecho de que la guerra contra los crímenes financieros se ha vuelto más difícil, en parte por la descentralización de las plataformas y las criptomonedas privadas.
Como resultado, el anonimato hace más sencillo ocultar las transacciones cuestionables de aquellas que son legítimas.
Lo que quizás no destaca el informe es el hecho de que este es un precio a pagar por obtener mayor privacidad y anonimato de las grandes corporaciones o gobiernos. No me refiero particularmente a Estados Unidos, pero todos conocemos países que no tratan particularmente bien a sus ciudadanos.
Actividades ilegales y las criptomonedas
Los crímenes que involucran a las cadenas de bloques y las criptomonedas no son particularmente nuevos, pero incluyen:
- El lavado del dinero, que implica actos para ocultar de donde provienen los fondos o los ingresos en función de evitar el pago de impuestos u otros requisitos legales
- Compra y venta de productos ilegales como armas o drogas
- El apoyo de atentados terroristas
Dentro de esta lista hay algunas que claramente justifican la lucha contra el anonimato de las criptomonedas. Pero en países donde la carga impositiva es demasiado alta, es lógico que las personas busquen mecanismo para aliviar esta presión.
El problema es donde trazar la línea entre estar a favor del anonimato y privacidad o estar en contra. Dependerá del país o la actividad para determinar si debieran serlo o no.
Al final, o abrazamos la privacidad y el anonimato o no lo hacemos, ya que algo intermedio no funcionaría. Quizás las fuerzas encargadas de hacer cumplir la ley deberán concentrarse en el hecho en sí y nos los fondos.
Resumen
- Las direcciones sigilosas son una técnica para obscurecer las transacciones en una cadena pública al generar una dirección nueva cada vez que se reciben fondos.
- Las redes de blockchain utilizan transacciones pseudo anónimas, lo que implica que una vez que se puede establecer un vínculo entre ellas y una persona entonces se puede conocer el historial de esos fondos.
- Las direcciones sigilosas han crecido en popularidad, debido básicamente a la necesidad de las personas por mejorar su seguridad y la protección de su información.
- A los reguladores y autoridades impositivas les preocupa que puedan ser usadas para actividades ilegales como el lavado de dinero.
Conclusión
Las direcciones sigilosas ofrecen una gran posibilidad para proteger la privacidad financiera y otro tipo de información de las personas que las utilizan.
Los crímenes cibernéticos son una realidad, pero es difícil discernir entre personas que quieren protegerse de aquellas que buscan cometer delitos con este método.
Resta por ver cuales serán los mecanismos que tomaran los gobiernos para hacer frente a ellos.
Atacar las criptomonedas, en especial las de carácter privado, o aquellos mecanismos que permitan una mayor privacidad solo hará que se vuelvan más interesantes. Mientras que bajar una presión impositiva (por eso de la curva de Laffer), detener a los que venden productos ilegales o evitar que los atentados terroristas sean llevados a cabo es una mejor solución.
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