Cuando el tema de las criptomonedas surge en una comida con amigos, lo primero que se trata es del último precio del Bitcoin. Y si bien esto es un tema interesante, deja de lado otros mucho más que competen a las criptomonedas como un todo. El caso de uso particular de esta criptomoneda no es el límite para esta nueva tecnología.
Hace casi 10 años que Bitcoin fue lanzada, y el progreso en cuanto a su adopción generalizada ha avanzado de forma muy lenta. Sin embargo, sirvió para que se incrementar el lanzamiento de numerosas compañías relacionadas con blockchain.
Sumado a esto, bancos y otras empresas de sectores tradicionales han comenzado a experimentar con blockchain y las criptomonedas. Pero a pesar de todo esto, el progreso en este sentido no se ve reflejado en la capitalización total del mercado. Por lo que muchos se pregunta ¿las criptomonedas han llegado para quedarse? ¿y de qué forma evolucionarán?.
Para poder responder esta pregunta, lo primero que debemos pensar es acerca de la funcionalidad de las criptos, ¿qué pueden hacer que se asemeje a otra soluciones existentes?. Buscando la respuesta a esto hallamos que hay tres cosas.
El profesor de economía de la Universidad de Yale y autor de un estudio titulado “Riesgos y retornos de las criptomonedas”, Aleh Tsyvinski, compara al Bitcoin, Ethereum y Ripple con otras tres clases de activos como los metales preciosos y las acciones, llegando a la conclusión de que en sus aspectos más básicos las criptomonedas pueden ser usadas como unidad de cuenta (como el dólar), refugio de valor (como el oro) o una apuesta a futuro del blockchain.
Sin embargo, el estudio de Tsyvinski sugiere que las criptomonedas en su forma actual son algo distintas a todo los demás, en el sentido que las rentabilidades vistas en este mercado no se asemejan a otra clase de activos. Dice:
Son muy diferentes, pero siguen siendo una clase de activos propios y en ese sentido van a persistir. Entonces, mi predicción basada en mi investigación es que la criptomoneda se va a transformar y va a satisfacer algún tipo de necesidad que sea diferente de las clases de activos tradicionales: acciones, productos básicos y divisas.
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¿Las criptomonedas continuarán existiendo?
Si queremos saber si las criptomonedas sobrevivirán, debemos examinar si ofrecen suficiente valor en comparación a otras soluciones tradicionales. Algo que podemos responder con un rotundo sí.
Para poder extendernos en esta respuesta, debemos examinar un proyecto particular como es el de Ripple (¿qué es Ripple?). Este blockchain posee un producto muy particular llamado xCurrent que ha sido diseñado para hacer que las transferencias de dinero sean más sencillas. Por eso no es de extrañar que actualmente está siendo utilizando por bancos, incluido el Santander.
xRapid es otro producto más reciente de esta startups, uno que utiliza la criptomonedas para funcionar. Este tiene su aplicación en los mercados emergente, donde se requiere generalmente que las cuentas estén precargadas con moneda local para realizar pagos, aumentando así los costos y el tiempo de las transacciones.
Con xRapid, se puede hacer lo mismo pero en escasos 4 segundos, convirtiendo el dinero fiduciario en una criptomoneda, XRP, para poder enviarlo a cualquier parte del mundo y luego volver a convertirlo en la moneda que se desees.
Aquí lo destacable es que las criptomonedas hacen más sencillos distintos tipos de operaciones como lo son los micropagos, las grandes transferencias y enviar dinero entre fronteras. Sin embargo, todo esto escapa la atención de los consumidores y queda reducida su utilización a cierto grupo de la sociedad más afines a la tecnología.
Thomas Frey, futurista senior en el Instituto DaVinci, dijo:
En este momento, las criptomonedas son todavía demasiado geeky (frikis): tienes que saber mucho sobre cómo funcionan. Es la forma en que funcionaban las computadoras en la década de 1980, la gente realmente cambiaba sus propias placas base y ponía nuevas tarjetas, la gente ya no hace eso. Ahora, creo que nos estamos moviendo hacia la era en la que no necesitamos saber tanto cómo funcionan las criptomonedas, simplemente lo que hacen.
Para que finalmente veamos a las criptomonedas siendo utilizadas por una amplia mayoría de personas, casi todo el mundo concuerda que se necesita un punto de quiebre que las vuelva mucho más atractivas para el usuario común. No sabemos cuál exactamente puede ser, pero sí que hay varios caminos que puede tomar como un creciente interés de las empresas privadas por la descentralización o que haya una transformación fundamental en las criptomonedas que las vuelvan más seguras y accesibles.
Pero un factor que creo que es muy importante para las criptomonedas es el efecto de red, algo que Tsyvinski coincide:
Cuanto más gente lo usa, más gente quiere usarlo. Se puede ver en una variedad de contextos y ciertamente es muy fuerte con el dinero. Cuantas más personas utilicen el dólar, más personas querrán generar contratos o ventas en dólares.
En resumidas cuentas, se requerirá para esto que sea conveniente y fácil de usar. Si algún día las transacciones en criptomonedas son tan fáciles y ampliamente aceptadas como con PayPal, las tarjeta de crédito o utilizar un chip o pin en cualquier tienda del mundo, ahí es cuando finalmente veremos una gran adopción de esta nueva solución de pago.
¿Pueden las criptomonedas reemplazar a la moneda fiat?
Existe una enorme posibilidad que las criptomonedas algún día reemplacen a los pagos realizados a través de internet. Pero esta pregunta se vuelve más difícil de responder cuando hablamos en términos más amplio y extendemos su uso a todos los pagos que las personas realizan de forma diaria.
El problema de la deflación
Una de las principales críticas que surgen en contra de las criptomonedas, y en particular sobre soluciones como el Bitcoin, es su carácter deflacionario. Esto ocurre porque existe un límite a al suministro que puede existir, es decir, cuanto puede ser minado. Llegado a ese punto, existirá una cantidad finita de bitcoins en circulación.
Este también es el principal argumento para aquellos inversores que hacen HODL, con la esperanza que el valor en el tiempo acabe por incrementarse. Por esta razón es que se la denomina el oro digital, y los analistas comparan un sistema monetario basado en Bitcoin con lo que fue anteriormente el patrón oro.
El problema de la deflación de la principal criptomonedas es lo que usualmente utilizan los economistas para argumentar en contra de ella como criptomoneda nacional. Una concepto keynesiano llamado la paradoja de la frugalidad, en donde las personas tienden a ahorrar en lugar de gastar, lo cual afecta la economía.
Sin embargo, estos economistas no tienen en consideración que el dinero no queda inutilizado indefinidamente, y que el ahorro es solo un consumo diferido, en donde se busca acumular más para poder invertirlo y de esta forma mejorar la capacidad productiva.
Esta esta una idea bastante extendida y que genera grandes problemas a la economía, ya que los políticos en pos de aumentar el consumo destruyen la capacidad de ahorro y por tanto la de inversión de las personas. Finalmente, vemos como las crisis afloran luego de haber consumido de forma desmesurada.
De esto también nace el segundo argumento más utilizado para hablar en contra de las criptomonedas. Este se trata de la incapacidad del estado para actuar en momentos de crisis como las recesiones. Pero aquí deberíamos ver cuales son las causa de las mismas.
Si usamos de ejemplo las dos grandes crisis que vivió la humanidad en el último tiempo, la de 1930 y la de 2008, encontramos que las razones se encuentran en un enorme endeudamiento. Esto fue producto de una política expansionista del crédito que llevó a que los bancos prestaran más del que eran capaces de devolver (reserva fraccionaria).
En ella, los bancos prestan el dinero que las personas depositan, permitiendo crear así dinero ex nihilo (de la nada). Si yo llevo $1.000 al banco y los depósitos, este puede prestar una parte a otra persona. Contablemente ahora no solo yo tengo dinero, esos $1.000, sino que otra persona también tiene parte de él. En un video de Ray Dalio podemos ver claramente este concepto y los estragos que causan en la economía:
Con las criptomonedas esto se solventa fácilmente, ya que las personas no necesitan de un banco para proteger sus ahorros, una de las funciones principales de estos. Y por tanto, tampoco existe la posibilidad de prestarlo, a menos claro que nosotros lo decidamos de forma explícita. Pueden existir en un futuro servicios de custodia de nuestras criptomonedas, pero estos no tendrán acceso a los fondos como si lo tienen ahora los bancos.
De esta forma, no solo le quitamos el poder a los bancos y estados para que utilicen nuestro dinero (cuando depositamos lo que buscamos es la protección de nuestros fondos y la facilidad de acceso a ellos, ya sea con una tarjeta de débito, cheques, etc., algo que es muy distinto a un contrato de inversión donde si entregamos el derecho a este a utilizar nuestro dinero), también impedimos que las crisis ocurran.
De todas formas, si la sociedad del mañana pensará que algo de inflación es bueno, siempre existe la forma de cambiar las reglas de las criptomonedas a través de un fork. Si la gran mayoría decide que este es el mejor camino, entonces las herramientas existen para realizar el cambio. No es que estas estén fuera de todo control, solo que es necesario llegar al consenso para virar el rumbo.
Hay que remarcar que no todas las criptomonedas funcionan igual, y estas pueden adoptar distintos modelos. Por eso el “problema de la deflación” no es precisamente uno generalizado, ya que surgen nuevos proyectos a diario que plantean una solución completamente distinta.
Por ejemplo tenemos a Steem, una moneda que es ligeramente inflacionaria, con una cantidad de nuevos tokens que son emitidos cada años en busca de que las personas no acumulen. También encontramos las llamadas stablecoins, que están vinculadas a activos físicos como el dólar (Tether).
Finalmente, he de decir que no tiene porque existir una sola criptomoneda, podríamos ver un mundo poblado de ellas que permitan utilizarlas para diferentes propósitos. As’, por ejemplo, el Bitcoin puede servir como refugio de valor y otra para las transacciones que realizamos a diario.
Sustitución de la moneda
Algunas personas podrían decir que no existe una estrecha relación entre el patrón oro y las criptomonedas, en donde podemos encontrar argumentos que explican por alguna de las dos es mejor que la otra. Sin embargo, también existe otra alternativa que ya ha sido puesta en práctica, la sustitución de la moneda nacional.
Países como Ecuador han dejado de utilizar su propia moneda para tener una economía completamente dolarizada. En esta alternativa, los países permiten aceptar diferentes monedas de curso legal, o bien una sola pero sobre la cual no tienen control o bien su moneda nacional junto con otra.
La Unión Europea hizo lo mismo a principio del siglo cuando sustituyó las monedas nacionales por una en común, el euro. Esto eliminó el control monetario de los estados en particulares y pasó a ser responsabilidad del conjunto.
Esto presenta algunas ventajas, como la imposibilidad de que el gobierno imprima nueva moneda cuando lo desee y que acabe en inflación. Los gobiernos aquí deben ser más prudentes en lo que respecta al gasto público y el endeudamiento, aunque no es siempre este el caso. De todas formas, una situación como esta busca una mejor estabilidad financiera que se logra al quitar de la ecuación la tentación de emitir dinero devaluando su valor.
Estos ejemplos pueden ayudar a crear un plan en donde la sustitución no se haga por la moneda de otro país, la cual sigue estando en riesgo de ser manipulada en su país de origen, sino por criptomonedas. Sin embargo, hay que considerar que no todas las criptomonedas son iguales, y que es necesario una que opere de forma independiente del estado para que se cree un efecto positivo.
El caso de Venezuela es interesante, ya que si bien ha adoptado una criptomoneda para que opere junto a su devaluado bolívar, esta es fácilmente manipulada por su gobierno y pierde todo tipo de ventaja que pudiera presentar para una economía con una inflación de varios dígitos.
Conclusión
Por el momento las criptomonedas no están a la altura de desafiar a las monedas fiat. Tsyvinski agrega lo siguiente:
Creo que en realidad supondrá una mayor amenaza no para el dinero del gobierno, sino para compañías como Visa, MasterCard, los principales bancos, quizás otras industrias: la industria financiera. Ahí es donde va a estar la destrucción.
Pero para algunas personas, entre las que me incluyo, las criptomonedas tienen un enorme potencial para ser el antídoto a los problemas que afectan a la economía global. El problema de la poca distribución de la riqueza se puede encontrar también en la emisión monetaria, donde esta tiende a ir a las personas de las clases más altas primero y luego se distribuye lentamente hacia el resto.
En el 2008 vimos cómo los bancos eran rescatados mientras las personas perdían sus hogares debido a lo injusto del sistema. El mismo gobierno que permitió prestar el dinero que las personas le confiaron y al que luego no pudieron acceder. Aun cuando fueron capaces de acceder a ellos, el valor real de este se diluyo gracias a la política monetaria.
No es una crítica a las clases más ricas, sino al gobierno. Por mucho que este sistema haya sido criticado, es el que a más personas ha sacado de la pobreza, y como tal no hay que combatirlo, sino mejorarlo. Pero no con más controles, sino con menos poder del estado que al final del día acaba ayudando a los que menos lo necesitan.
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