La criptomoneda más importante tiene un límite máximo de monedas que pueden existir, por eso tiene un carácter deflacionario. Esto crea algunos puntos vistas interesantes para analizar la dinámica de la deflación versus la inflación.
En la inflación, los gobiernos emiten su propia moneda en cantidades mayores a la demanda de esta, pero no siempre fue el caso, y hay importantes implicaciones que bien vale la pena reconocer.
La historia de la deflación
La deflación se define generalmente como la disminución generalizada de los precios de los bienes y servicios, que es cuando la tasa de inflación alcanza un valor negativo. En el caso de la inflación el valor de la moneda disminuye, es decir que pierde valor adquisitivo con el tiempo.
Mientras que en el caso de la deflación este aumenta debido a que tiene un suministro fijo, lo que genera una forma de escasez del dinero. La deflación la podemos ver como el declive general de los precios de los bienes y servicios, pero también se puede aplicar al incremento del poder de compra de una moneda, como puede ser el euro o el dólar (comparativa entre el dólar y el Bitcoin).
Históricamente, la noción de la deflación en el sistema financiero moderno ha tenido sus detractores y partidarios. Por un lado tenemos conceptos como la Regla de Friedman, que no promueven activamente la deflación consistentemente, pero argumenta que esta de forma limitada puede ayudar a mitigar la inflación y que el dinero sea un refugio de valor con el correr del tiempo.
Por otro lado, hay economistas que sostienen que la deflación es peligrosa porque aumenta el desempleo y disminuye el consumo, teoría que deriva de la tesis de John Maynard Keynes. Según esta teoría se cree que las crisis económicas pueden mitigarse si el gobierno actúa de forma oportuna y convenientemente.
Es verdad que el valor de la deuda se incrementa en épocas de deflación, pero no es tan cierto que la deflación induce a una mayor adquisición de esta y a una espiral descendente donde se agrava la recesión y se produce aún mayor deflación.
Analizar la deuda a través de la deflación ocurre a través de un prisma distorsionado. Con el sistema financiero actual, la inflación tiene su correlación con la cantidad de dinero emitido por el gobierno que cada vez se devalúa más. Medir la macroeconomía en tales sistemas es increíblemente complejo, y para muchas personas es visto como algo imposible y ciertamente ridículo.
Si vamos al caso de Estados Unidos, la última vez que se generó deflación de forma significativa fue durante la gran depresión después del colapso de varios bancos debido a las corridas bancarias. La deflación se atribuyó a la disminución de la oferta monetaria que creo escasez, pero el periodo fue de corta duración y afectó significativamente la percepción de deflación a lo largo del tiempo, ya que está correlacionado con un evento extremadamente adverso.
Sin embargo, en los últimos tiempos la inflación ha creado un fenómeno donde la deuda es desenfrenada, e incluso los economistas están comenzando a reconsiderar el concepto de deflación. En tiempo de deflación, la emisión de deuda disminuye porque el valor de la deuda se incrementa.
Lo interesante es que lo estable del incremento del valor de una moneda con el correr del tiempo puede mitigar las limitaciones de la reducción de la financiación con deuda. Es un concepto difícil de entender a día de hoy, ya que los préstamos están en todas partes y el financiamiento crediticio es un elemento básico del sistema financiero en su forma actual, pero la intriga esta ahí, y las criptomonedas llegaron en un momento oportuno.
El valor y las criptomonedas
El valor tiene muchas formas que son particularmente oscuras en lo que respecta al dinero y su relación con el refugio de valor frente a un medio de cambio. Las criptomonedas conocidas y establecidas proporcionan un excelente ejemplo de esto.
Si dejamos por un momento los problemas de escalabilidad, es difícil para los críticos de Bitcoin discutir su utilidad como una reserva de valor. Si bien Bitcoin puede no ser el «efectivo electrónico» que estaba destinado a ser, sin duda representa uno de los refugios de valor más estable y potencialmente lucrativos de la historia.
Existen solo unas pocas opciones para que las personas puedan mantener el valor. Tienen la opción de proteger el valor en moneda fíat en una cuenta bancaria, invertirlo o comprar metales preciosos, que son alternativa probada de refugio de valor a través de la historia (no te pierdas la historia del dinero hasta llegar a Bitcoin).
La inflación ha demostrado que guardar el dinero en un banco o debajo del colchón es una forma poco inteligente de hacerlo, incluso si tenemos millones de dólares ganando interés, el retorno comparado con la devaluación es escaso.
Comprar metales preciosos puede ser una forma interesante de protegerse de la inflación, pero existe el problema de que los inversores requieren que este sea almacenado por un tercero. Con Bitcoin este inconveniente no existe, ya que uno tiene pleno control de sus fondos, y es a su vez inflacionario debido a su límite en el suministro total.
Pero no solo es deflacionario la moneda BTC por tener un límite a la existencia (¿Cuántos bitcoins pueden existir?), sino también porque la recompensa a la minería disminuye cada 210.000 bloques, que es aproximadamente cada cuatro años.
Satoshi Nakamoto vio el problema de la inflación de las monedas respaldadas por los gobiernos, y por eso decidió crear una forma de protegerse contra eso sin las problemáticas que representan los metales preciosos. De forma digital.
Con lo difícil que es la macroeconomía, parece muy improbable que los bancos centrales en este momento encuentre motivos para cambiar la política monetaria por otra con deflación. Por eso Bitcoin no solo representa una tecnología novedosa en sus mecanismos de consensos y en su arquitectura, sino también un experimento de gran alcance para obtener un refugio de valor a largo plazo en el ámbito digital, en lugar de uno físico.
Otra alternativa la encontramos en aquellas criptomonedas que cuentan con un programa predefinido de tasa de emisión, que es un experimento muy importante con respecto al valor y la oferta monetaria. Al hacerlo, la inflación o deflación pueden ser inamovible, sin margen para maniobrar en torno a la tasa o modificarla como ocurre con la que controlan los bancos centrales.
Esto permite que las personas siempre sepa cuál es ese valor y saber de antemano que esperar, construyendo sistemas y tomando decisiones financieras basadas en un valor concreto.
Refugio de valor y valor de intercambio
Lo dinámico que es Bitcoin como refugio de valor ha comenzado a suscitar distintas preguntas alrededor de la cuestión de si este puede ser también al mismo tiempo un medio de intercambio. Las monedas que sean utilizados para este fin deben ser estables y simples debido a que las partes que la intercambian no quieren lidiar con el riesgo de las fluctuaciones de precios en medio de la transacción.
El dólar o el euro son excelentes para esta tarea, pero a largo plazo el costo es la devaluación y lo poco que sirve como refugio de valor. La pregunta entonces es si una moneda es capaz de funcionar efectivamente tanto como refugio de valor así como medio de intercambio.
Las tasas de los sistemas financieros de la banca central, y el ajuste cuidadoso de las tasas de inflación para agregar métricas económicas de manera realista, solo permite que el dólar funciona como uno u otro.
Supongamos que el valor a largo plazo del dólar estadounidense se estabilizará a partir de la inflación y funcionará como un medio de intercambio, ¿qué tan sostenible sería ese modelo?. Bitcoin tiene una ventaja esencial que las monedas fiduciarias no tienen cuando se trata de esto, la tecnología de la descentralización.
Bitcoin a día de hoy puede que no sea un gran medio de intercambio de valor para las pequeñas transacciones, pero mejoras de la red como Lightning Network pueden cambiar el panorama. Facilitar micropagos entre personas sin intermediarios, que de otra forma harían el concepto extremadamente difícil, abre la posibilidad a que la tecnología supere un importante obstáculo financiero.
Predecir lo que sucedería si Lightning Network se implementa de forma total en Bitcoin es imposible, pero responderá algunas preguntas importantes.
Lo primero es si una moneda puede funcionar tanto como medio de intercambio así como refugio de valor a largo plazo. Una característica que ha eludido a las monedas nacionales y ha sido sofocada aún más por las complejidades de vincular a una moneda a las instituciones gubernamentales y los bancos. Bitcoin y las criptomonedas existen fuera de ambos, así que tal vez allí encontremos una solución al problema que ha puesto en jaque a los economistas durante mucho tiempo.
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