El Efecto Lindy es la teoría que nos dice que la esperanza de vida de un bien no perecedero, como lo es la tecnología o las ideas, es proporcional a la edad actual.
Esto implica que cuanto más tiempo haya sobrevivido o más se utilice este bien, mayor será la probabilidad de que sobreviva.
Esta longevidad también representa una resistencia al cambio, a la obsolescencia o a la competencia, lo cual le dan mayores probabilidades de que pueda seguir existiendo en el futuro.
Se puede ver que el efecto Lindy está relacionado con la naturaleza humana. Ya que solemos confiar más en aquellas cosas que han existido durante más tiempo.
Por ejemplo, algunos pensaban que los hermanos Wright estaban locos por intentar crear una máquina que permitiera al hombre volar a principios del siglo 20. Sin embargo, en la actualidad lo vemos como algo completamente normal.
Esto se repite para varios inventos a través de la historia, como lo son el teléfono móvil, internet y los ordenadores, y ahora lo estamos viendo también con Bitcoin.
Esta criptomoneda ya comienza a navegar una edad que podríamos considerar como su adolescencia. Lo cual nos dice que ha sido capaz de sobrevivir un gran cantidad de años, y que nos hace pensar que lo continuara haciendo en el futuro.
En el artículo nos concentraremos en analizar que es el efecto Lindy como tal y como se relaciona con esta criptomoneda, en especial si ha cruzado el punto de inflexión que permite que esté sobreviva en el tiempo.
Contenido
¿Cómo afecta al Bitcoin el efecto Lindy?
En líneas generales hemos determinado que es el efecto Lindy, por lo que podemos analizar como esta teoría se vincula a Bitcoin.
El primer bloque de esta criptomoneda fue minado el 3 de enero de 2009, lo que nos habla de que ya ha cumplido 13 años. 13 años y 3 meses para ser exactos a momento de escribir esto.
Sabemos que el efecto Lindy nos dice que cuanto más tiempo ha sobrevivido, mayor será su expectativa para continuar haciéndolo en el futuro.
Lo que nos interesa determinar es si Bitcoin ha llegado al punto en donde ya podemos tener la confianza de que no morirá. Un punto en donde la posibilidad de continuar existiendo es mayor que la de perecer.
Para eso es necesario analizar 3 aspectos de Bitcoin:
1. Crecimiento en la minería de Bitcoin
La red de Bitcoin funciona con un algoritmo de consenso llamado Prueba de Trabajo, que tiene como parte fundamental a la minería de Bitcoin.
Este apartado de Bitcoin se suele medir utilizando el hashrate total de la todos los mineros. Algo que según el gráfico de aquí debajo nos dice que ha estado creciendo, especialmente de forma exponencial los últimos años.
Solo interrumpido en 2021 debido a la prohibición de China de esta actividad en su territorio, pero con una pronta recuperación que nos habla de lo importante de este fenómeno.
El aumento de esta métrica está relacionada con la seguridad de la red. Ya que cuanto mayor es el hashrate, menos es la probabilidad de un ataque del 51%. También nos cuenta que hay una mayor distribución de la minería.
Al principio, los mineros eran pocos y toda la capacidad se concentraba en ciertos lugares. Con el correr del tiempo, cada vez surgieron más mineros, y estos se distribuyeron por todo el mundo.
Podemos esperar que en el futuro esta tendencia se mantenga, haciendo más seguro a Bitcoin y más distribuido. Lo cual es algo deseable para una moneda que busca la descentralización ante todo.
2. Crecimiento en la adopción de usuario
En algunos proyectos tecnológicos se suele prestar atención al efecto de red. El cual nos habla de que cuanto mayor sea la cantidad de usuarios que posee el proyecto, más será el valor para cada uno de ellos, y por ende para su conjunto.
Es decir, cuantos más usuarios se unen a una red, más valiosa se vuelve esa red. Tal es el caso de Facebook, que cuantas más personas utilizan esta red social, más interesante se vuelve para sus usuarios porque hay más personas con las que interactuar.
En el principio los usuarios no encontraban muchos amigos, pero en la actualidad una gran proporción del planeta tiene una cuenta en este servicio.
Es atractivo unirse a esta red debido a que encontraremos muchas personas, tanto que conocemos en el mundo real como que no. Y cada persona que se une agrega todavía más valor a la ecuación.
En el caso de Bitcoin, la cantidad de usuarios de la red se mide en direcciones. Que también sigue este mismo patrón en el hecho de que cuantos más usuarios posea, más valiosa se vuelve. No solo en precio, sino también en la posibilidad de poder transaccionar con el BTC.
Según el gráfico de aquí debajo, el crecimiento también se ha dado de manera exponencial. Esto nos habla del impresionante efecto de red que ha conseguido en solo 13 años.
3. Bitcoin es resistente a la competencia y los cambios
Bitcoin es resistente a los cambios, algo que ha demostrado durante todos estos años.
Para algunas personas esto puede ser visto como una debilidad, ya que es un producto tecnológico y debería poder evolucionar. Pero en la realidad es una característica muy importante.
Para que un cambio importante se produzca en la red de Bitcoin, es necesario que la mayoría de los usuarios estén de acuerdo.
Esto se debe a la naturaleza descentralizada de Bitcoin, donde miles de personas corren sus nodos, y otros tantos millones interactúan de diferentes formas. Por eso es muy difícil alcanzar el consenso, ya que todas estas deben ponerse de acuerdo acerca de la dirección que tomar.
Si se realiza un cambio en el código de Bitcoin, en realidad sea hace sobre una implementación. Es necesario que la gran mayoría adopte estos cambios o corran ese software para que se materialice.
Esta es una gran diferencia proyectos centralizados, donde existe una persona o empresa que puede hacer cambios rápidamente sin la necesidad de la aprobación del resto.
Para una red social o buscador es deseable tener esta característica, pero para una moneda la realidad es que no. Pocas personas están de acuerdo que un gobierno cambie la oferta sin consultar con el resto.
Bitcoin también es resistente a la competencia. Hay muchas criptomonedas allí afuera compitiendo con ella. Todos los días se crea un proyecto nuevo, ya que no es muy difícil hacerlo. Solo basta con tomar el código de Bitcoin y modificarlo a tu antojo.
Aun así, ninguna de estas altcoins ha sido capaz de desplazar a Bitcoin. Esto se debe a muchas razones de las cuales ya hemos hablado en el artículo anterior.
A grandes rasgos, tiene que ver con una combinación de todos ellos, que es difícil para un recién llegado poder superar. Por eso es que a pesar de la competencia creciente, esta ha logrado sobrevivir y otras han quedado en el camino.
Aquí el efecto Lindy es muy importante, porque la antigüedad le da una ventaja considerable con respecto al resto.
Conclusión
Con todo esto que hemos visto en el artículo, podemos notar claramente que el efecto Lindy se aplica a Bitcoin.
Se trata de una criptomoneda que ha sobrevivido mucho tiempo, y entonces podemos esperar que lo siga haciendo en el futuro. Sus 13 años le han permitido construir un importante efecto de red, aumentar su hashrate y conseguir que más usuarios la utilicen, lo cual le ayuda a continuar creciendo y a dominar el mercado.
Ha cruzado un umbral donde sus probabilidades de seguir existiendo son mayores que la alternativa de desaparecer. Y esto solo hará que sus métricas sigan creciendo.
De esta forma, entra en un círculo vicioso donde cada vez se hace más fuerte, algo que para los competidores no es una buena noticia.
Cualquiera que quiera competir con Bitcoin deberá ofrecer algo 10 veces mejor que esto. Ya sea en edad o en funcionalidad, y eso es algo que no se consigue de la noche a la mañana. Mientras tanto, Bitcoin continúa mejorando el efecto Lindy.
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