Criptomonedas vs. Acciones: ¿En Qué Invertir?

Quizás comparar las acciones con las criptomonedas era algo impensado hace unos años, debido a las que últimas son relativamente nuevas para los inversores.

Pero si merecen ser consideradas porque han demostrado ser un merado muy interesante y con grandes rentabilidades, ofreciendo grandes oportunidades que las acciones no.

Aún es un mercado bastante pequeño y nuevo, por lo que su capitalización de mercado cercana a $1 billón todavía es muy diminuta para los inversores institucionales, pero se espera que este mercado siga creciendo y volviéndose cada vez más atractivo.

Hoy veremos cuales son las diferencias de las cryptos con respecto a las acciones, un tipo de inversión más tradicional.

Poniendo especial hincapié en aquellos detalles que pueden ser interesantes a considerar para los inversores que son nuevos en las criptomonedas y que quieren comprender si deberían poner su dinero en acciones o criptos.

¿Deberías invertir en acciones o criptomonedas?

Cualquier inversor que se precie tiene que comprender muy bien en lo que está poniendo su dinero. Eso es importante para analizar los riesgos y beneficios de la inversión, y que es lo que lleva a que la misma resulte exitosa.

Si no posee esta información, no podrá realizar los cálculos correspondientes. En ese caso no puede decir que esté invirtiendo como tal, sino que está apostando, lo cual es muy riesgoso.

Por eso es necesario que veamos primero que implica ada uno de estos dos vehículos.

Las acciones

Una acción es una fracción del interés de un negocio, una parte de una empresa. Un aspecto fundamental, pero que muchas veces se pierde de vista.

Y es que en este mercado las personas dejan de lado este aspecto para centrarse solo en el precio de la acción y los potenciales beneficios que le traerá.

Como dueño legal de una porción de una empresa, esto le otorga al accionista la posibilidad de reclamar sobre los activos y flujos de efectivos de ese negocio. Lo cual es una forma básica de valuar la inversión.

Cuando creemos que el futuro de la empresa será positivo, entonces podemos esperar que el movimiento de los precios sea hacia arriba.

Muchas veces el inversionista se concentra únicamente en plazos cortos, siendo demasiado optimista del futuro cercano de la acción. Sin embargo, el precio de estos activos se suele reflejar con mayor precisión a largo plazo. Siempre y cuando la compañía sea capaz de mejorar sus capacidades de obtener ganancias en este periodo.

De esta manera, podemos esperar que la acción sea un reflejo, al menos a largo plazo, de lo que hace la empresa.

Las criptomonedas

En líneas generales, las criptomonedas no están respaldadas por ningún activo, a menos que nos refiramos a las stablecoins. Algo que es cierto para las criptomonedas más populares, como Bitcoin y Ethereum.

Lo que no implica que no tengan funcionalidad, ya que nos permiten enviar y recibir dinero de una persona a otra o usar contratos inteligentes sin la necesidad de confiar en un tercero.

Ya que no hay ningún activo debajo que determine su precio, lo único que lo mueve hacia arriba o hacia abajo es la especulación. Básicamente, la ley de oferta y demanda es lo que nos dice si una crypto aumentara su precio o disminuirá.

Estos cambios de cotización a veces suelen ser muy grandes, puesto que es un mercado con una importante volatilidad.

Lo que no implica que sea un ponzi, como muchas personas creen, debido a que hay otros activos como el dinero que tampoco está respaldado por nada y aun así tienen valor.

Criptomonedas o Acciones: Mayores diferencias

Ahora que sabemos que son cada una, podemos ver las mayores diferencias que hay entre ellas y que hacen a estas inversiones únicas.

1. Compra

Para comprar acciones necesitamos, por lo general, una cuenta de corretaje o bróker para que lleve a cabo la transacción. Por lo que debemos verificar la cuenta con información como nuestra dirección, un documento de identificación, firmas y más.

Esto es fundamental para ofrecérsenos cierta protección en caso de robo o fraude.

En el caso de las criptomonedas también podemos comprar mediante un tercero, como son los exchanges centralizados, en donde es necesario cierta información conocida como KYC.

Sin embargo, una ventaja de las cryptos es el hecho de poder comprar de manera anónima a otra persona sin usar un intermediario, lo que se conoce como P2P.

Este anonimato puede ser interesante en algunos casos, pero también presenta más riesgos debido a que podemos ser víctimas de estafas. A su vez, la protección de nuestros fondos corre por nuestra cuenta, lo cual es una tarea compleja que puede llevar a la perdida de los mismos debido a hackeos o errores.

Cualquier problema que surja con las acciones podemos resolverlo acudiendo al bróker, mientras que con las criptomonedas no muchas veces contamos esta posibilidad.

2. Exchanges

Los exchanges de acciones han existido de una forma u otra por al menos 200 años, con algunos siendo extremadamente famosos, como es el caso de la Bolsa de Nueva York o NYSE (por sus siglas en inglés).

Con respecto a las criptomonedas, estos son bastante nuevos. Por ejemplo, el más importante de todos, Binance, fue lanado en 2017. Y Coinbase, que también es muy popular, en 2012.

Actualmente, Binance tiene un volumen diario de $7 mil millones, mientras que NASDAQ, que no es precisamente el más grande de todos los mercados de acciones, maneja un volumen diario que es varias veces superior ($230 mil millones).

3. Liquidez

Los mercados pequeños afecta la posibilidad de que un inversor compre o venda los bienes que se comercializan en él. Esto es cierto para criptomonedas y acciones.

Cuanta más liquidez haya, más fácil es para una persona comerciar. Y es una clara ventaja para el inversor que suele considerar estos mercados a la hora de comprar y vender.

En el caso de las criptomonedas, la liquidez varía de monda en moneda. Por ejemplo, Bitcoin es un mercado bastante líquido, ya que es la criptomoneda con mayor capitalización y eso se refleja en su volumen diario.

En cambio, con Polygon podemos decir que es un mercado poco líquido debido a que hay menos personas comprando y vendiendo.

Esto genera lo que se conoce como Slippage, que es la diferencia entre los precios que encontramos cuando colocamos la orden y cuando esta finalmente se ejecuta. Algo que puede producir perdidas.

Un riesgo que es mayor para los inversores de criptomonedas debido a que la liquidez en estos mercados, el volumen como mismos en el punto anterior, es menor.

4. Volatilidad

La volatilidad es un riesgo tanto para las criptomonedas como para las acciones. Los dos activos pueden subir o bajar, y es imposible determinar con certeza el tiempo exacto en que lo harán y es mejor para operar.

Si bien el mercado de acciones tienen su cuota de volatilidad, también es un mercado muy amplio y antiguo que en el largo plazo, décadas, suele ir hacia arriba.

Ya que las acciones públicas requieren que las empresas presenten sus reportes financieros, un inversor tiene acceso a información relevante para tomar decisiones acerca de vender o comprar estos valores.

Por otro lado, las criptomonedas pueden ser más impredecibles, puesto que la información que existen suele aparecer de un momento para otro, sin ningún aviso previo, provocando grandes movimientos de precio, que van desde unos pocos porcentajes hasta 20 o 30% en apenas unas horas.

Esto es beneficioso cuando la volatilidad se presenta a favor de nuestra operación, pero también puede ser muy perjudicial si nos encuentra en la otra vereda.

Además, muchas criptomonedas acaban desapareciendo completamente, lo que equivale a perder todo nuestro dinero. En el caso de las compañías, también se puede esperar que presenten la bancarrota, pero aun así hay posibilidades de recuperar algo de nuestro dinero.

5. Costos de transacción

Cada vez que compramos y vendemos acciones, tenemos que pagar una comisión por la transacción que disminuye nuestro retorno.

Aun cuando lo hacemos a través de fondos con bajas comisiones, como los indexados, es un monto importante. Y ni hablar si se trata de fondos gestionados o cuentas de bróker, donde perdemos todavía más. En el caso de los fondos, también debemos pagar anualmente una comisión por la gestión.

Pero las criptomonedas también tienen estos problemas. Los exchanges cobran una comisión por el servicio, tanto para intercambiar criptomonedas, como a la hora de depositar o retirar. También es necesario pagar comisiones transacciones, que sirven para validar las mismas en la red.

Aunque estos valores dependen enormemente de cada crypto, y pueden ser mayores o menos dependiendo de la plataforma que utilicemos.

6. Regulaciones

Cada país tiene su propia agencia nacional que se encarga de regular las acciones. Tal es el ejemplo de la SEC en los Estados Unidos, que requiere que las empresas que cotizan en el mercado cumplan ciertos requisitos.

Esto garantiza que se mantengan ciertos niveles de transparencia para que los inversores compren y vendan en un mercado lo más honesto posible, aunque no siempre se cumple.

Por otro lado, las criptomonedas, aunque algo regulados en el último tiempo, todavía no han alcanzado ese nivel.

Esto puede ser beneficio para algunos inversores, en especial los que están en contra de las regulaciones gubernamentales. Para ellos existen los exchanges descentralizados y otras plataformas que permiten obtener ciertas garantizas mediante servicios que funciona con contratos inteligentes, sin intermediarios.

Aun así, siguen existiendo riesgos que el inversor debe analizar. Y es que para los conflictos en estos sitios, no existe una entidad a la que reclamar para solucionar los problemas.

Situación que tampoco mejora con las opciones más centralizada, a pesar de que muchas deben cumplir con ciertas normas dependiendo en el territorio en el que operen.

7. Horas de comercialización

El mercado de acciones solo abre durante las horas de negocios en el país en el que opera. Esto es de lunes a viernes, cerrando los fines de semana y los feriados. También puede hacerlo ante un evento muy importante, como puede ser una crisis.

En contraste, las criptomonedas operan las 24 horas del día, los 365 días del año. Podemos encontrar que un exchange frene las operaciones por algunas horas, pero el mercado sigue funcionando.

8. Diversificación

Muchos inversores buscan construir un portafolio de inversión donde haya activos que diversifique lo más posible su dinero. Por ejemplo, comprando activos de diferentes mercados para evitar la correlación entre ellos.

Por ejemplo, las acciones suelen moverse en sintonía con la marcha de la economía de ese país. Siendo afectadas por cuestiones como la inflación, los cambios en la tasa de interés, etc.

Del otro lado, algunas personas consideran que las criptomonedas no tienen correlación con otros activos, lo que implican que no reaccionan de la misma manera que los activos más tradicionales como las aciones y bonos.

Algunos consideran que pueden ser una cobertura contra la inflación, en especial aquellas como Bitcoin que tienen un suministro fijo, pero hasta el momento no lo han demostrado.

Con estas diferencias ya podemos pasar a lo más concreto, que es en que momentos invertir en una criptomoneda o en una acción es conveniente, analizando sus ventajas y desventajas.

Ventajas y Desventajas de Invertir en Criptomonedas

Aquí debajo te dejamos los beneficios y aspectos negativos de invertir en criptomonedas. Es decir, para que escenarios podría ser interesante y para cuales no.

Pros

• Cobertura contra las monedas fíat: uno de los mayores atractivos de las cryptos es que algunas son descentralizadas. Esto implica que no hay un banco central o gobierno que las controle imprimiendo o quemando. Esto es un gran problema para monedas como el dólar o euro, que en los últimos tiempos han presentado una enorme inflación. Con monedas como Bitcoin, que algunos llaman «oro digital», podríamos tener una solución.
• Posibles de rentabilidades grandes: la compra de cryptos tiene el atractivo que gracias a su volatilidad las ganancias podrían ser mayores. Algunas en el pasado han dado grandes dividendos a los inversores, ya que se vendían a un bajo precio y subieron de manera exponencial en un corto plazo. Eso si, esta ventaja no llega sin un gran riesgo atado.

• Una gran variedad de opciones: al principio solo había unas pocas criptomonedas, pero el mercado demando la creación de más y hoy contamos con una variedad enorme. En líneas generales, todos los días se presenta nuevas, y además ya hay en el mercado unas 20.000 para elegir.
• Hay un gran interés por las monedas digitales: este es un mercado que cada vez hay más interés. No solamente para los inversores pequeños y grandes, sino para empresas y gobiernos. Ya vimos como algunas compañías han decidido agregar a sus balances monedas como bitcoin, o países como El Salvador volver al BTC una monda de curso legal. Esto aumenta más el interés, y por ende sus precios.

Contras

• Extrema volatilidad: las criptomonedas han sido extremadamente volátiles, y no parece que eso vaya a cambiar en el corto plazo. Es un mercado nuevo y con poco volumen, por lo que casi cualquier cosa puede llevar a grandes movimientos.

• Riesgos de seguridad: a pesar de que algunos proyectos en este espacio son extremadamente seguros y lo han demostrado, hay que decir que no todo en este ecosistema lo es. Bitcoin puede ser muy difícil de hackear, pero no los BTC que tenemos en un exchange. Y recuperar esos fondos es prácticamente imposible.
• No tienen valor intrínseco: no hay un valor intrínseco como vistos antes, lo que hace imposible calcular su valor real. Esto no es necesariamente malo, pero puede ser difícil a la hora de planificar nuestra compra o venta.
• Riesgos regulatorios: El Salvador adoptó al Bitcoin, pero hasta ahora es de los pocos. Muchos incluso se muestran contrario a las ideas de estas mondas.

Ventajas y Desventajas de Invertir en acciones

Ahora toca el turno de las acciones, que pueden ser interesantes para algunas ocasiones y peligrosas para otras.

Pros

• Una larga historia de rentabilidad: las acciones tienen un gran registro histórico de ser una buena inversión. A largo plazo, índices como el S&P 600 han devuelto un 10 anualizado. En el corto plazo son volátiles, pero en líneas generales pueden ser un buen refugio si tenemos un horizonte a largo plazo.
• Valor intrínseco: como es una representación de la propiedad de una empresa, el valor de estas a la larga converge con el éxito y fracaso de la misma. Aquellas empresas que generen ganancias aumentan el precio de sus acciones.
• Accesibles: hay muchos lugares para invertir, o al menos eso sucede en los países desarrollados. Con solo una cuenta bancaria podemos acceder a muchas aciones con comisiones prácticamente cero. Incluso podemos acceder a fondos indexados para no tener que tomarnos el trabajo de elegir cuales son las mejores. Con esto conseguimos bajos costes y diversificar la cartera de inversión sin muchos contratiempos.
• Muchas regulaciones: los exchanges de acciones, los brókeres y empresas que trabajan en este sector están fuertemente reguladas por el gobierno. Está claro que ningún cuerpo regulador es perfecto, pero al menos podemos tener cierta seguridad de que hay una serie de protecciones para el inversor en estas plataformas.

Contras

• Volatilidad: cuando tenemos un conjunto de acciones a través de un fondo indexado, estas son menos volátiles que las criptomonedas. Sin embargo, las acciones individuales pueden serlo, aunque quizás no tanto que la otra opción que analizamos aquí. Por eso es que siempre se dice que es necesario un horizonte a largo plazo, para que estos vaivenes temporales no nos influyan.
• Menos potencial de crecimiento: comprar un fondo que replique un índice, como el S&P 500, puede ser interesante pero menos rentable que hacerlo en una acción en concreto o en las criptomonedas. El 10% que ha ofrecido históricamente, un 8% los últimos años, es algo que podemos experimentar en cuestión de horas o días con las cryptos.