Un aniversario de 10 años es un momento muy importante para cualquier persona o proyecto. Pero en el caso de Bitcoin no había mucho para festejar en el 2018.
Este era un hito importante para la principal criptomoneda, que pasaba los 10 años de existencia desde que Satoshi Nakamoto presentó al mundo su idea para una criptomoneda descentralizada como respuesta a la crisis financiera creada por los estados y los bancos.
Sin embargo, luego de un 2017 en donde vimos un incremento de precio tan impresionante que llevo a Bitcoin a valer $20.000, 2018 estuvo marcado por un periodo bajista donde su valor descendió hasta la zona de $5.000.
En lugar de ser un periodo de festejo para la comunidad, se transformó en uno de transición. Donde los titulares reflejaban la caída de la cotización en lugar de las bondades de esta criptomoneda.
Así, en vez de priorizar la idea de Nakamoto de un sistema financiero sin control y descentralizado, que le quite el poder a las instituciones financieras y que se lo ofrezca a la sociedad, estábamos ante un momento de incertidumbre.
Entendiendo a Bitcoin
Los años 2018 y 2019 fueron unos a los que los inversores preferirían olvidar. Y no solo para Bitcoin, sino para todo el ecosistema de criptomoneda que sufrió durante estos 2 años.
Cuando el 2018 comenzó, Bitcoin podía comprarse y vender por una cantidad cercana a los $18.000. Pero poco más de un año después esta cayó hasta los $3.400, en junio de 2019, una perdida de valor de 3/4 de ese primer precio.
El resto del mercado también lo hizo, en una proporción similar, perdiendo un 73% aproximadamente de la cotización que gozaba en su época de apogeo.
Aunque eso es historia pasada, ya que Bitcoin ha gozado de un incremento en su valor más que importante durante 2020 y 2021. Gracias en parte, al interés de empresas y CEOs.
Así tenemos a Jack Dorsey, el fundador y CEO de Twitter, también a Paul Tudor Jones, el fundador de un fondo de cobertura, y al inversor Bill Miller. Todos apoyando en el último tiempo a la principal criptomoneda.
También, durante este periodo, pudimos ver como el gigante de los pagos electrónicos, PayPal, le daba el visto bueno a Bitcoin y otras criptos, permitiendo comprar y vender sobre su plataforma a estas.
Finalmente, llego uno de los grandes eventos que permitió catapultar el precio de Bitcoin hasta los $60.000. Esto fue el hecho de que Tesla disidiera utilizar parte de su capital líquido para comprar $1,5 mil millones de BTC en enero de 2021. Una muestra de apoyo más que importante.
Aun así, todavía existe la discusión de sí Bitcoin finalmente se transformara en una moneda utiliza por todo el mundo. Esto tanto en lo que respecta a solución como refugio de valor, pero también como medio de intercambio.
Durante 2018 era muy fácil atacar a las criptomonedas, que habían visto su valor desinflarse. El periódico con sede en Londres, The Economist, publico en ese periodo una editorial que llamaba a Bitcoin y las criptomonedas monedas sin uso:
No hay una forma sensata de llegar a una valoración concreta.
Dentro de la publicación encontrábamos los motivos de porque era un sistema con enormes falencias, entre las que se incluían la falta de transparencia y seguridad en la cadena de bloques, así como las dificultades para hacer transacciones en el día a día.
Aunque este medio de comunicación no fue el único en criticar a Bitcoin, The Wall Street Journal y otros inversores llamaron a esta una burbuja a punto de explotar.
Mark Cuban, por ejemplo, trazo un paralelismo entre Bitcoin y las apuestas, y sugiero que los inversores se preparen para un derrumbe total de su precio porque el mercado de estas era muy volátil.
Los argumentos que dicen que Bitcoin no tiene utilidad
Uno de los principales problemas que tiene Bitcoin a día de hoy es su volatilidad. Fue pensada para ser una moneda internacional que las personas puedan usar en sus transacciones diarias y que pueda ser enviadas en poco tiempo a través de distintas fronteras. Pero por desgracia este no fue el resultado.
Durante los años se ha visto como algunos malos actores dentro de este ecosistema se hacían eco, mostrando como esta criptomoneda era utilizadas para el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.
Al mismo tiempo, hemos sido testigos del incremento de su adopción, siendo las instituciones financieras y las figuras importantes de los mercados las que finalmente llevaron a que este sector volviera a crecer.
Este nuevo incremento de su precio hizo que las comisiones de Bitcoin creciera tanto que ya no es considerada un medio para pagos, como lo podría ser la compra de un café. Si no que ha pasado a ser un refugio de valor, un lugar donde los inversores pueden estar tranquilos de que a largo plazo su dinero se incrementara en valor. Algo similar a lo que ocurre con el oro.
Aunque hay dos problemas graves que esta criptomoneda debe enfrentar:
El primero de ellos tiene que ver con el precio. Durante su corta existencia hemos visto como su precio ha crecido de forma desmesurada y luego se ha reventado cuál burbuja. Pero no es correcto llamarla como tal, ya que para ser una debería haber desaparecido y esto no es lo que ocurrió hasta ahora.
Hemos tenido de estas situaciones en 2011, 2013 y 2017. Durante todas estas instancias la cotización ha trepado hasta valoraciones tan increíbles como los fueros sus descensos posteriores.
Aunque han sido justamente estos momentos de su historia donde más intereses se ha puesto en ella, atrayendo más personas e instituciones al ecosistema. También ha sido su enorme liquidez lo que ha permitido a su precio moverse con tanta agilidad, tanto hacia arriba como hacia abajo.
El segundo problema tiene que ver con poseer algunas características de refugio de valor. Un analista de la firma Morninstar, Kristoffer Inton, y su equipo han creado una manera de analizar si las criptomonedas podrían remplazar al oro.
Este análisis pone el foco en la liquidez, funcionalidad, escasez, futura demanda y permanencia. De a cuerdo a este estudio, salvo la escasez, Bitcoin falla en los otros atributos. Por tanto, la conclusión a la que llega este equipo es que el BTC no acabara reemplazando al oro como un activo para proteger tu dinero.
Estar de acuerdo o no con este análisis es cuestión para otro momento. Pero al final, con Bitcoin ocurre lo de siempre, ya que es un activo que divide las aguas entre los que creen y no en ella. Así encontramos personas que dicen que estamos ante una estafa y luego están los que la defienden y apuestan por ella.
Por eso es que muchas personas que Bitcoin puede desaparecer, pero también te gustara saber por qué no lo hará.
El futuro de Bitcoin
Para los que ven un futuro prometedor en Bitcoin, los desarrollos de los últimos años son puntos muy importantes a la hora de pensar en un futuro donde Bitcoin cobre mayor importancia.
Desarrollos tecnológicos, tanto dentro como fuera de su cadena de bloques, pueden significar que las pequeñas transacciones sean una realidad, como es el caso de lightning network.
Los nodos de esta red no ha hecho más crecer, permitiendo que las personas puedan hacer transacciones en Bitcoin por fuera de la cadena de bloques pero sin las comisiones y con una velocidad prácticamente instantánea.
El ecosistema de Bitcoin también se encuentra en constante crecimiento, permitiendo hacer transacciones más grandes como puede ser la compra de joyas o una vivienda. También existen plataformas que prestan dinero, que a cambio ofrecen una rentabilidad a las personas que aportan el capital.
Incluso hay pequeñas y medianas empresas que han visto que con Bitcoin pueden realizar pagos a proveedores evitando los problemas que los sistemas bancarios presentan.
Aunque una de las mayores esperanzadas de la comunidad esta puesta en la relajación de las regulaciones. Un caso es el del tan esperado ETF de Bitcoin y su aprobación por parte de la reguladora financiera de los Estados Unidos llamada SEC.
Lo interesante es que la pandemia que azotó el mundo durante 2020 ha encendido las alarmas con respecto a si los estímulos financieros acabarán generando un problema de hiperinflación a nivel mundial, algo que en los países desarrollador ya se creía extinto.
Aquí es donde Bitcoin entra, y con mucha fuerza, ya que puede ser una alternativa interesante para protegerte. Justamente de la emisión descontrolada que se ha experimentado durante este periodo de incertidumbre.
Así como la crisis de 2008 ha sido el puntapié inicial para Bitcoin, las siguientes crisis económicas a nivel mundial podrían serlo para su adopción.
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