La tecnología de cadena de bloques es una desarrollo muy popular actualmente. Prácticamente, todas las criptomonedas que conocemos hacen uso de ella para poder ofrecer sus indudables beneficios.
Una cadena de bloques o blockchain es un método seguro para registrar la información que hace muy difícil que el sistema pueda ser hackeado o modificado.
Podríamos verlo de forma más sencilla como un registro de las transacciones que ocurren en esa red, que es replicado por otros participantes de esta en sus ordenadores, también conocidos como nodos.
Cada bloque perteneciente a estas blockchains contiene un número de transacciones, y cada vez que se quiere agregar una nueva transacción esta tiene que ser registrada dentro de uno. Por tanto, una cadena de bloques consiste en miles o millones de bloques que crece cada día más.
Contenido
¿Qué es un bloque?
Un bloque en una blockchain es un enlace de esa cadena. En este sector, los bloques sirven para registrar las transacciones consideradas válidas, que las almacenan dentro en una estructura de hashes llamada árbol de Merkle.
Los bloques son una parte esencial de las blockchains, ya que sirven como estructuras de datos para guardar información en ellos. A la vez, estos son identificados inequívocamente con un hash, que sirve para vincular un bloque con otro y así formar la cadena.
Cuando un bloque nuevo es creado y agregado a la blockchain, este apunta al anterior, formando una estructura que hace muy difícil la modificación de la información que hay dentro.
¿Cómo funcionan los bloques?
En cualquier criptomoneda existe una gran cantidad de transacciones que se realizan de forma diaria en todo el mundo. Es importante que las mismas sean registradas de manera correcta, y para eso necesitan la ayuda de los bloques.
Un bloque contiene la información más reciente de lo que ha ocurrido en la red en materia de transacciones cuando es completado.
También es parte del pasado cuando es vinculado con un bloque nuevo mediante su hash, que es guardado en la cabecera del segundo para crear la cadena como tal.
De esta forma se van creando registros que son prácticamente permanentes, ya que cuantos más bloques se crean encima de otro, más difícil luego es modificar la información que contienen. Por tanto, el sistema se va volviendo más seguro a medida que su información permanentemente es registrada en los bloques más antiguos.
Tipos de bloques
Existen 3 tipos de bloques que podemos encontrar en una blockchain. En particular nos referimos a los bloques génesis, bloques válidos y bloques huérfanos. Veamos en más detalle cada uno de ellos.
1. Bloque Génesis
El bloque génesis obtiene su nombre particularmente por ser el primer bloque que se crea en una blockchain.
El primero de ellos, que fue minado por Satoshi Nakamoto, dio origen a Bitcoin y comenzó este sector de las cadenas de bloques y criptomonedas en 2009.
Se trata de un bloque muy importante, porque sienta las bases para que otros bloques puedan ser creados por encima de este. Es el origen de la historia de una cadena de bloques y de sus transacciones.
Así es que se transforma en una piedra angular, ya que como vimos antes los bloques apunta siempre a un predecesor. Entonces, cuando se da origen a la blockchain, es necesario un bloque particular que no apunte a ninguno, pero que sirva como ancla que comienza todo.
Como este se trata de un bloque especial y no se parece nada a los bloques válidos, se lo conoce como bloque 0.
En el caso del bloque génesis de Bitcoin, existe un misterio alrededor de este. Y es que los 50 BTC creados dentro de este no pueden ser gastados.
No se sabe si esto es parte intencional por parte de su creador o bien un error en el código que hace imposible hacer uso de esos bitcoins.
Lo que si podemos observar es que el cliente original de Bitcoin no la considera la creación de esos 50 BTC como una transacción válida.
También hay dentro del código de este bloque génesis una URL que cuando se intenta visitar arroja un mensaje de error.
Lamentablemente, no podemos saber más sobre todo este asunto debido a que Satoshi desapareció poco tiempo después de que Bitcoin haya sido liberado al público. Solo existen teorías que son incomprobables y por tanto este bloque esta rodeado de un misterio que lo hace más interesante.
2. Bloque Válido
Los bloques válidos son todos aquellos bloques que han sido minados y agregados a la blockchain.
Para conseguir que un bloque sea válido, un minero debe realizar un cierto trabajo y ser aceptado por el resto de nodos de la red de esa cadena de bloques.
Cada nodo tiene una versión de la blockchain que suele ser igual en toda la red. Cuando un minero mina un nuevo bloque, este se lo comunica a otros nodos que verifican que es correcto y lo agregan a esa información. Posterior a eso, lo comparten con otros nodos que conocen.
Se puede decir que se ha alcanzado un consenso cuando la gran mayoría de los nodos de la red han agregado esa información a sus cadenas de bloques.
Cada bloque válido contiene una cantidad de transacciones que depende del tamaño del bloque de la cadena en particular. En el caso de Bitcoin, cada uno de estos bloques válidos contiene un promedio de 2.100 transacciones.
Cuando una transacción forma parte de un bloque válido se dice que esta ha sido confirmada. Pero esa es solo una confirmación, ya que cada bloque nuevo que se añade a la blockchain agrega una confirmación más a esa transacción y las que forman parte de ese bloque.
Esto es lo que ocasiona que cada bloque nuevo agregue más seguridad a los bloques anteriores, y por ende a sus transacciones.
Los bloques válidos están conformados de tal forma que permiten que cualquier persona pueda verificar que la información dentro es válida, y lo pueden hacer de forma muy rápida y sencilla.
Además de las transacciones, un bloque contiene una raíz de Merkle, el tiempo, el nonce y una transacción especial llamada coinbase.
3. Bloque Huérfano
Los bloques huérfanos son aquellos que no forma parte de la cadena.
Esto son el producto de que dos mineros han encontrado un bloque prácticamente al mismo tiempo, pero también pueden ocurrir si un atacante con suficiente poder computacional intenta revertir cualquier transacción.
La tecnología blockchain funciona de tal forma que la red siempre llega al consenso de que la cadena más larga es la correcta, mientras que el resto son descartadas.
Cuando dos mineros encuentran un bloque al mismo tiempo y lo comunican al resto de la red, algunos nodos tendrán un bloque y otros otro bloque, lo que se conoce como fork.
Aquí los mineros comenzarán a minar por encima de alguno de los dos hasta que finalmente se encuentre uno nuevo.
En este caso, una cadena tendrá un bloque extra y será aceptada como la válida por toda la red. La segunda cadena solo difiere en un bloque, por lo que la gran mayoría de la información sigue siendo válida.
Lo que cambia es que el último bloque ya no es parte de la cadena y se dice que queda huérfano, ya que cualquier nodo con la cadena más corta adoptara los dos bloques con los que difiere con la más larga.
Se trata de un evento que también puede ocurrir cuando un atacante decide obtener algún beneficio de la red y provoca un fork. Por ejemplo, cambiar una transacción en un bloque.
Para eso deberá minar el bloque que desea modificar y los bloques que están por encima, ya que su intención es generar la blockchain más larga.
Esto se lo conoce como ataque del 51%, y no es algo de lo que debamos preocuparnos si la criptomoneda que nos interesa es bastante popular. En general, cuanto más mineros participan de la red, más difícil es que pueda producirse algo como esto, ya que el atacante necesitaría una gran cantidad de poder de cómputo para conseguirlo.
Resumen
- Existen 3 tipos de bloques, los bloques génesis, los bloques válidos y los bloques huérfanos.
- Cada bloque tiene un lugar importante dentro de la cadena de bloques, y son necesarios o productos de distintas funciones de la blockchain.
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